Un símbolo para confundir “C E” (China Export)
16 Abril 2015
Desde Legálitas advertimos una vez más de los fraudes más recientes que afectan a los ciudadanos. En esta ocasión la nueva estafa llega en modo de siglas y se llama “China Export”.
¿Cuantas veces has comprado un producto fijándote en que contenga las siglas “CE”? Los consumidores parece que nos hemos acostumbrado a ver estas siglas y fijarnos si están en las etiquetas de los productos que adquirimos, junto a los componentes del producto y otros detalles de fabricación. Tenemos la mentalidad que si aparece el símbolo “CE” podemos estar tranquilos, puesto que en teoría el producto cumple las normas y exigencias europeas de calidad, está avalado por la Comunidad Europea y ha pasado todos los controles necesarios antes de su venta.
Entendemos que “CE” avala por lo tanto el fabricante como al producto, y compromete al fabricante en caso de defecto del producto.
Sin embargo, desde hace relativamente poco estas mismas siglas están engañando a los consumidores con un uso indebido y fraudulento al aparecer es una modificación de este mismo símbolo que significa en realidad “China Export” (Fabricado en China).
La modificación es tan pequeña que pasa totalmente desapercibida al consumidor, puesto que lo que hace es aproximar ambas letras del símbolo “CE” reduciendo el espacio que las separa entre sí. Y es que a golpe de vista los símbolos son exactamente idénticos, incluyendo misma tipografía con igual tamaño y color, que solo se diferencian por la separación de las letras, siendo en el caso del etiquetado asiático la C y la E estar algo más unidas que en el etiquetado europeo.
Esa modificación hace que pasemos de comprar un producto avalado por la “Comunidad Europea” a comprar uno “China Export” que significa que no compromete al fabricante a cumplir ninguna norma, sino que solo informa que el producto procede del país asiático.
Es importante saber que no todos los productos están obligados a llevar las siglas “CE”, por ejemplo si deben llevarlo los electrodomésticos, aparatos eléctricos de maquinaria y bricolaje, productos informáticos, productos infantiles, equipos de protección personal como gafas de sol, chalecos salvavidas, cascos… En este caso hay que desconfiar de cualquier producto que deba llevar el símbolo “CE” y no sea así puesto que en ese caso se tratará de un artículo que posiblemente no sea seguro y podría presentar un riesgo para la salud.
Son muchos los riesgos que corre el consumidor a la hora de realizar una compra, contar con un abogado experto en consumo ayuda a solucionar tareas tan farragosas como reclamaciones a compañías de suministros y telefonía. Pero no solo para reclamar se necesita un abogado: garantías, productos defectuosos, compras online y un largo etcétera de situaciones en las que disponer de un abogado ayuda a ahorrar mucho dinero a los consumidores.