Sociedad inactiva: obligaciones tributarias y fiscales y cómo reactivarla
22 Abril 2025

Creas una empresa con toda la ilusión, haces el papeleo, inviertes tu tiempo, tu dinero… Pero por lo que sea, la cosa no arranca o decides parar un tiempo. ¿Qué pasa con esa sociedad “en pausa”?, ¿hay que seguir haciendo trámites? ¿Y en el caso de que no gane nada?
Aunque tu sociedad no tenga actividad, sigue existiendo. Y eso significa tener ciertas obligaciones que conviene conocer para evitar un posible susto.
¿Qué es una sociedad inactiva?
Es una empresa que está legalmente constituida, pero que no está funcionando a nivel económico: no factura, no compra, ni vende y no tiene empleados. Pero sigue dada de alta y registrada, así que no ha desaparecido del mapa.
Es como cuando dejas un coche parado en el garaje: no lo usas, pero sigue siendo tuyo, y si no pagas el seguro o no lo revisas, pueden llegar los problemas.
¿Es este tu caso?
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Obligaciones fiscales y contables, aunque no trabajes con ella
Esto es importante, aunque no generes ingresos, hay ciertos deberes que tienes que cumplir si tu sociedad sigue “viva” a nivel legal. Estos son los principales:
- Modelo 036: es el documento que se presenta en Hacienda para declarar que la empresa está inactiva. No basta con dejar de facturar, hay que notificarlo oficialmente.
- Impuesto de Sociedades: aunque no tengas actividad, estás obligado a presentar este impuesto cada año. Lo debes hacer a través del modelo 200.
- Cuentas anuales: sí, también hay que presentarlas en el Registro Mercantil todos los años.
- Contabilidad: la empresa debe seguir llevando libros contables, aunque solo reflejen que no ha habido movimientos, arrastrando los asientos de apertura y de cierre.
- Cambios importantes: si hay modificaciones como nuevos socios, cambio de administrador, domicilio social, etc., también hay que notificarlas a Hacienda y al Registro Mercantil.
Por lo tanto, estar inactivo no significa estar desaparecido. Y si no se cumplen estas obligaciones, puede haber alguna sanción (aunque no hayas ganado ni un euro).
¿Cómo se reactiva una sociedad inactiva?
Volver a activar tu empresa es sencillo. Se trata básicamente de dar los pasos administrativos necesarios para decirle a Hacienda que volvemos a la carga.
Los pasos son:
- Volver a presentar el modelo 036, marcando ahora el inicio de actividad.
- Darte de alta en los impuestos que correspondan (como el IVA, por ejemplo).
- Asegurarte de que todo esté al día y los cambios se han notificado: datos de la empresa, socios, administradores, etc.
- Reanudar la contabilidad desde el momento en que comiences la actividad económica.
No necesitas crear una sociedad nueva ni pasar por notaría. Solo hacer bien el trámite y empezar a trabajar.
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¿Y si prefiero disolverla?
Depende de la situación. Si crees que en unos meses volverás a usar la empresa, puede ser una buena idea mantenerla en stand-by. Pero si no tienes claro cuándo (o si lo vas a hacer) la vas a retomar en algún momento, es importante saber que mantener una sociedad, aunque esté inactiva, cuesta dinero y tiempo (presentación de documentos, etc.).
Por eso, si crees que va para largo, quizás convenga estudiar la posibilidad de disolverla oficialmente. Ahí sí hay más trámites, pero al menos cierras capítulo y te evitas sustos futuros.
En definitiva…
Tener una sociedad inactiva no es lo mismo que “olvidarte de ella”. Aunque no factures, hay una serie de trámites que debes seguir haciendo. Cumplir con estas obligaciones no es complicado, pero sí importante. Y si algún día decides volver a ponerla en marcha, el proceso de reactivación no tiene complicación… si sabes por dónde empezar.