¿Quién asume los costes de un rescate en la montaña?

Sea verano o invierno, cada vez son más las personas que se aventuran a realizar algún deporte de los considerados “de riesgo” en la montaña. Mucha gente no lo sabe, pero si se comete una imprudencia durante la práctica de un deporte de riesgo y esa persona debe ser rescatada, los gastos que supone ese rescate deberán ser abonados por la víctima, a no ser que tenga un seguro que cubra esta contingencia. Esto ocurre en Madrid, Castilla y León, Cataluña, País Vasco y Canarias.

En Legálitas recomendamos a todos nuestros clientes amantes de los deportes de riesgo, que antes de realizar este tipo de actividades contraten un seguro o, si lo practican con asiduidad, se federen, ya que esta es la forma en la que la víctima no tendrá que hacerse cargo del pago del rescate por una conducta que se haya considerado en el informe elaborado por el equipo de rescate como negligente.

Las autoridades encargadas del rescate elaboran un informe, en el que se detalla aspectos tan importantes como: ropa y calzado de la víctima, preparación y material disponible. Si consideran que todo ello no es lo adecuado para practicar un deporte de riesgo en la montaña, la víctima podrá ser acusada de conducta imprudente y, si se encuentra en alguna de las comunidades autónomas anteriormente citadas, deberá ser él o ella quien asuma los gastos del operativo puesto en marcha para su búsqueda.

Pero no solo una mala acción en la montaña tiene consecuencias físicas y económicas. La intervención de los bomberos por un incendio producido en una propiedad y debido a una negligencia también deberá ser abonada por la víctima. En Legálitas informamos que, si se dispone de un seguro de hogar o de la finca rústica o urbana si es un solar, se revise la cobertura de la póliza, ya que suelen establecer una cláusula en la que se hacen cargo de este tipo de gastos.

De todo lo anterior se deriva la importancia de disponer de un seguro o, si se trata de un deporte de riesgo, la conveniencia de estar federado, ello nos evitará un susto posterior al ocurrido tras perderse en la montaña o ver arder nuestra casa. Está en juego la vida y también el dinero, por lo que se debe ser prudente.