Los problemas legales que puede ocasionar la utilización indebida de Whatsapp

Si bien las nuevas aplicaciones de mensajería instantánea, como pueden ser Whatsapp, Line o Telegram, han cambiado la forma tradicional de comunicarnos, desterrando los SMS y dejando en un segundo plano también las llamadas, lo cierto es que debemos tener en cuenta que el (mal) uso de las mismas puede tener consecuencias legales.

Además de los problemas de privacidad que los abogados de Legálitas vienen advirtiendo, como, por ejemplo, no restringir el acceso a nuestros perfiles por terceros de manera que cualquier usuario pueda ver nuestra fotografía de perfil o enviarnos mensajes a través de estas aplicaciones, son ya numerosas las sentencias judiciales en las que nos encontramos con problemas vinculados a la utilización de mensajería instantánea.

Insultos

Uno de los problemas legales más habituales que nos encontramos hoy en día en este ámbito son los insultos. Nuestra Constitución ampara la libertad de expresión, pero cuando lo que decimos es ofensivo o constituye un insulto en su contexto podemos encontrarnos ante una vulneración del derecho al honor del afectado o un delito de injurias o calumnias o incitación al odio, según cada caso.

Por ejemplo, por un delito leve de injurias fue condenado a cinco días de arresto domiciliario por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Granada un hombre que envió un mensaje de Whatsapp a su expareja con el texto “vete a la mierda”.

Revelación de secretos

No son pocos los casos que se conocen de parejas que tras su ruptura comienzan a difundir fotografías o vídeos de sus ex en situaciones íntimas. En mayo de este año, la Audiencia Provincial de Burgos condenó a un hombre y un amigo de éste por utilizar como foto de su perfil la imagen de su antigua pareja tomando el sol sin la parte de arriba del biquini y enviársela a un amigo y realizar mensajes ofensivos frente a la víctima. Ambos fueron condenados a un año de prisión, el pago de 3.000 euros a la víctima por daños morales y al pago de una multa durante 12 meses de una cuota de 6 euros al día por un delito de revelación de secretos.

En el ámbito militar también nos encontramos sentencias relacionadas directamente con Whatsapp. La Sala Militar del Tribunal Supremo ratificó este verano la sanción impuesta a un Guardia Civil por enviar a través de un grupo de Whatsapp en el que todos eran compañeros una fotografía junto al cadáver de un preso que había huido de prisión. Pese a que el Guardia Civil alegaba que se trataba de un documento informativo para los compañeros en el grupo de Whatsapp, el tribunal confirmó la sanción disciplinaria de 12 días de inhabilitación por considerar los hechos como “una conducta totalmente opuesta al comportamiento exigible”.

Problemas laborales

Sin salirnos del orden militar, un sargento denunció a un Guardia Civil por considerar que en su estado de Whatsapp se estaba burlando de él, sin citarle, debido a las calificaciones obtenidas en una prueba de la Escala de Oficiales de la Guardia Civil. En una primera sentencia el Guardia Civil fue suspendido en sus funciones por estos hechos, pero finalmente el Tribunal Supremo revirtió el sentido del fallo por considerar que no se había acreditado que el mensaje se refería al sargento que se dio por aludido.

Las discrepancias en el trabajo pueden traspasar los muros de las oficinas y llegar a Whatsapp. Fue el caso, por ejemplo, de una trabajadora que comunicó a su superior que se quería marchar de la empresa. Este mensaje fue enviado también por Whatsapp, lo que fue interpretado por la empresa como baja voluntaria de la trabajadora, pese a que ésta consideraba su despido como improcedente. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid dio la razón a la empresa, considerando la baja voluntaria.

Como se puede ver, son muy diversas las situaciones en las que nuestros mensajes de Whatsapp nos pueden llegar a suponer problemas legales. Por ello, la principal recomendación es ser conscientes de que nuestros actos pueden tener consecuencias legales también en la red.