Mi hijo es un “nini”, ¿tengo que seguir pagando su pensión?

Son muchos los padres que en ocasiones ya como último recurso acuden a la legislación vigente para resolver la situación que tienen con sus hijos “ninis” a los que se niegan a seguir manteniendo, ya que ni estudian ni trabajan.

La generación “nini” define a todos aquellos jóvenes que se han convertido en malcriados que viven del cuento, diciendo que no encuentran trabajo de lo suyo y aprovechan así a vivir de sus padres, hasta edades que superan su mayoría de edad.

Es importante tener presente que como norma general la pensión no es solo la alimentación sino también todo lo referido a la vida en general: educación, gastos médicos, etcétera así lo recoge el artículo 142 del Código Civil.

Además, hay que tener en cuenta que esta pensión que tienen que pasar los padres a sus hijos no se acaba de manera automática cuando los menores cumplen la mayoría de edad, pero esto no significa tampoco que sea una obligación para siempre. Y esto se refleja en que cada vez son más los procedimientos en los que progenitores que tienen que abonar la pensión alimenticia a sus hijos reclaman la extinción de esta por el cumplimiento de la mayoría de edad. Pero es muy importante tener muy presente que no puede darse la extinción automática por el simple hecho de cumplir el hijo los 18 años, aunque esto no significa tampoco que pueda durar un tiempo indefinido. Pero entonces…

¿Cuándo puedo dejar de pagar la pensión de mi hijo “nini”?

Como ya indicábamos, el límite para pagar la pensión no está fijado en la edad, sino en la capacidad de los hijos para mantenerse por sí mismos sin la ayuda de sus progenitores. Esto significa que la manutención se alargue en el tiempo depende de las circunstancias personales de cada caso, dependerán del criterio de cada juez y así lo demuestran y recogen las diferentes sentencias dictadas hasta la fecha.

Por lo general los progenitores pueden dejar legalmente de abonar la pensión de los hijos cuando estos ya son independientes económicamente y por lo tanto capaces de mantenerse ellos mismos. Pero para que los padres no tengan ningún problema al dejar de pagar la pensión es necesario que exista una sentencia que apoye la extinción de la obligación del pago de la pensión, y es importante que para demostrar esta situación presenten pruebas que demuestren esa independencia y solvencia de los hijos para vivir por sí mismos.

Sin embargo, hay sentencias que admiten esa extinción de la retirada de la pensión, justo por demostrar lo contario, que los hijos se comporten de manera pasiva ante la vida demostrando una vagancia continua en la que el hijo ni estudia, ni trabaja por propia voluntad, y que han acabado por dar la razón al progenitor.