La garantía de los productos en rebajas. La seguridad de los productos
29 Enero 2015
Se consideran actividades de promoción, las ventas en rebajas. En los anuncios de estas ventas debe especificarse la duración y, en su caso, las reglas especiales aplicables a las mismas.
No se considera venta en rebajas la de productos deteriorados o adquiridos para ser vendidos a precio inferior al ordinario. Es decir, los productos vendidos en rebajas deben estar en perfecto estado y estar incluidos anteriormente en la oferta habitual de venta.
La garantía de los bienes nuevos es de dos años y en el caso de los bienes de segunda mano puede limitarse a un año. En ese plazo no computa el tiempo que el artículo esté en reparación o el tiempo que estén tardando en sustituirlo por otro bien.
Si se manifiestan defectos o cualquier otra falta de conformidad con la compra durante los 6 primeros meses, el defecto se supone de origen. Pasado ese tiempo, si el establecimiento no colabora en ofrecerle esa garantía, es usted quien debe probar que el defecto es de origen.
La garantía debe exigirse al establecimiento vendedor. Solo puede reclamarse al fabricante cuando reclamar al vendedor fuera imposible o resulte una carga excesiva.
La garantía se concreta en los siguientes derechos:
- En un primer momento usted tiene derecho a optar por la reparación o la sustitución del bien; no obstante el establecimiento vendedor podrá escoger la opción que le resulte menos onerosa y siempre que el resultado sea satisfactorio para usted. En caso de reparación, esta debe cubrir la reparación de todos los defectos de fabricación, la mano de obra, los desplazamientos, los partes y los materiales, también en un producto en rebajas.
- Si tras la reparación se manifiesta de nuevo el defecto, usted puede optar por la sustitución del producto, salvo que esta opción resulte desproporcionada, la rebaja del precio o la resolución del contrato.
Todo ello debe realizarse en un plazo razonable y sin mayores inconvenientes para usted.
Además pueden reclamarse daños y perjuicios, siempre que quede acreditada la relación causa-efecto entre el defecto del artículo y los perjuicios sufridos, y se cuantifiquen los perjuicios.
Hay que tener en cuenta que las diferentes prestaciones o reparaciones que están incluidas en la garantía de un producto en rebajas o a precio normal no se van a realizar si el desperfecto se debe a un mal uso que el consumidor ha hecho del bien, en este caso la garantía no se lo cubrirá.
Además de la garantía legal, el establecimiento puede facilitarle la llamada garantía comercial. Esta garantía, en caso de existir, debe formalizarse por escrito, expresando necesariamente los siguientes datos: el bien sobre el que recaiga la garantía; el nombre y dirección del garante; que la garantía no afecta a los derechos legales del consumidor; los derechos del consumidor como titular de la garantía; el plazo de duración de la garantía y su alcance territorial y, por último, la vías de reclamación de que dispone el consumidor.
Todo esto tiene relación con la seguridad de los productos:
Legalmente se considera un producto seguro cuando reúne las condiciones de uso normal previsibles, teniendo en cuenta sus características, composición y envase, su etiquetado, el efecto sobre otros productos, que no presenta riesgo o son mínimos los riesgos, y las categorías de los usuarios a los que va destinado (p.ej. niños).
Mediante la llamada Red Alerta se establece un sistema rápido de información de aquellos productos o servicios que conlleven un riesgo grave. Esa red se trata de un sistema estatal integrado en el sistema europeo de alerta (RAPEX).
Denunciado y comprobada la falta de seguridad real o el riesgo de un producto, se publicará de forma que cualquier persona pueda acceder a esa información.
De igual modo cualquier usuario puede poner en conocimiento de las administraciones competentes de consumo el riesgo que conlleve determinado producto.