Redes sociales y el derecho a la intimidad

Según un reciente estudio denominado “Jóvenes y comunicación. La impronta de lo virtual” elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud,  los jóvenes han interiorizado que el hecho de no estar en redes sociales les hace perder oportunidades personales y sociales, optando por sacrificar gran parte de su intimidad por estar presentes en Internet.

Como muestra, un dato: la presencia de los jóvenes entre 16 y 24 años en Internet es del 94,5%. Esto nos hace plantearnos si la percepción de los jóvenes es real, es decir, ¿es necesario que expongan públicamente su imagen en situaciones que no son favorables o que les podrían perjudicar en un futuro no muy lejano? Probablemente no.

La mejor manera de evitar problemas futuros es a través de la prevención y la concienciación de los más jóvenes. Por eso es tan importante transmitirles la importancia que la privacidad y la intimidad tienen,  y la repercusión que podrían tener las acciones que hoy realizan en Internet.

Es necesario que comprendan que se puede estar presente en redes sociales salvaguardando, en cierta medida, su intimidad. ¿Cómo?  Empezando con la adopción de los siguientes consejos:

- configurando correctamente la privacidad de su perfil. Prácticamente todas las redes sociales permiten configurar distintos grados de privacidad según grupos de personas, permitiendo a determinadas personas acceder a más información sobre ti – tablón, fotografías, contactos,..-  y a otras,  a menos – por ejemplo, sólo al tablón -.

- agregando sólo a gente que conozcan. Cuando se agrega a gente que no conocemos en persona corremos el riesgo de que la persona que estamos agregando no sea realmente quien dice ser, o que utilice tu información personal para su propio provecho – descargándose las fotos que has subido – o tenga intereses comerciales.

- utilizando las opciones que permiten evitar que los motores de búsqueda de Internet rastreen tu perfil, de esta manera, ni tu nombre ni tus fotografías aparecerán en Google o  Bing.

- seleccionando las fotografías que se suben a Internet. Antes de subir imágenes imagina que las estás colgando en tablones públicos de la calle. Aunque puede parecer algo exagerado, de esta manera te aseguras de que, por si algún casual esa fotografía cayera en malas manos, no te causará perjuicios.

- controlando lo que otros publican sobre tu persona.  Si hay algún conocido que ha subido una foto en la que sales tú y no te agrada, puedes pedirle que la retire.

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