Futbolistas profesionales víctimas de las redes sociales
30 Diciembre 2015
Acabamos de conocer la noticia del fichaje frustrado de Sergi Guardiola por el FB Barcelona B debido a los comentarios que realizó o realizaron en su nombre en la red social Twitter en el año 2013. Este no es un caso aislado, pues sabemos de otras muchas situaciones en las que personajes públicos se han visto entre la espada y la pared por antiguos comentarios vertidos en Internet.
Esta situación debe hacernos replantear qué escribimos en las redes sociales en las que tenemos presencia, pues seamos famosos o no, lo que decimos en Internet es muy difícil que desaparezca y nos podemos encontrar, por ejemplo, en un futuro optando a un puesto de trabajo en una compañía sobre la que años atrás habíamos difundido comentarios.
Por todo esto, en Legálitas aconsejamos dedicar una parte de nuestro tiempo a proteger nuestra reputación online, pues como hemos visto hasta los futbolistas pueden sufrir por un mal uso de las redes sociales.
Para proteger la reputación online es importante contar un abogado especialista en la materia, que nos indique qué podemos para protegernos tanto de forma preventiva como una vez que se produce el problema.
A continuación desde Legálitas ofrecemos unos sencillos consejos que nos ayudarán a proteger nuestra reputación online:
- Pensar antes de publicar. Debe primar en todo caso el sentido común. En las redes sociales estamos expuestos a la mirada crítica tanto de amigos y conocidos como de completos extraños. Puede ser peligroso que determinadas personas conozcan algunos detalles de nuestra vida.
- Al hilo de esto, es importante controlar la privacidad de nuestras redes sociales, la mayoría de las mismas permiten al usuario decidir quién puede ver cada una de sus publicaciones.
- Vigilar los datos proporcionados a las páginas web donde nos registramos o participamos y conocer la política de privacidad de las misma, nunca debemos compartir públicamente datos como números de cuentas corrientes o claves de acceso.
- Recordar que todos podemos llegar a ser esclavos de nuestras palabras. En las redes sociales la información viaja muy deprisa, si alguna opinión no queremos que salga de determinado círculo, siempre será mejor no publicarla.
Pero si hasta ahora no hemos prestado demasiada atención a nuestra reputación online y nos vemos inmersos en una crisis reputacional, existen varias vías de actuación:
- En primer lugar, contar con el asesoramiento de abogados especialistas que puedan orientarnos sobre estrategia más correcta para solventar este grave problema.
- Si la publicación ha sido realizada por un tercero y no podemos eliminarla o neutralizarla por nuestros propios medios, la primera opción que se debería intentar llevar a cabo es una petición de retirada de información dirigida a los responsables de las páginas web donde aparecen los comentarios.
- Podemos tratar de acudir a los buscadores para que dicha información no sea indexada por los mismos y no aparezca asociada a nuestro nombre al realizar una búsqueda.
- Acudir a la vía judicial, para los casos más graves como acoso, amenazas, injurias o calumnias.
Como ya hemos advertido en otras ocasiones desde Legálitas, seamos o no un personaje público, nuestra “huella digital” se conforma con todo lo que publicamos, comentamos y compartimos a través de Internet. Nuestra imagen digital se conforma también con lo que se dice de nosotros en la red, compartiendo nuestros mensajes o realizando comentarios.
Internet es hoy en día una parte fundamental de nuestra carta de presentación, una imagen que, recordemos, es muy difícil de borrar: “Lo que se dice en la red, se queda en la red”.
Futbolistas, políticos, cantantes, personas anónimas, todos somos “esclavos” en la era digital de lo que decimos y comentamos en las redes sociales. Aprender, por tanto, a gestionar nuestra reputación online es necesario para evitar las graves consecuencias que se pudieran generar.