Fiscalidad internacional ¿Qué debo saber y gestionar?
01 Octubre 2024
Como consecuencia del crecimiento de la globalización de empresas, economía y mercados, las transacciones digitales deben contar con una legislación fiscal que garantice seguridad a todos los actores que forman parte de estas operaciones. No solo crece la globalización, también lo hace el flujo de personas especializadas en este sector y el comercio internacional de bienes y servicios.
Desde KPMG Impulsa explicamos qué es y cómo se gestiona la fiscalidad internacional.
¿Qué es la fiscalidad internacional?
La fiscalidad internacional, llamada también como tributación internacional, es una rama perteneciente al derecho fiscal. Se encarga de estudiar las normas jurídicas que regulan las relaciones internacionales en materia tributaria entre Estados, privados o privados y Estados. Sus fuentes son la Jurisprudencia, los Principios y la Ley.
Este conjunto de normas y principios regula los diferentes sistemas fiscales que existen en cuanto a relaciones económicas.
Diferencias entre derecho tributario internacional y derecho internacional tributario
Aquí es importante diferenciar ambos términos para delimitar el sistema de fuentes aplicables.
Por una parte, el derecho tributario internacional está formado por normas de carácter fiscal que emiten los órganos internos estatales (sistema de fuentes internas). Por otra, el derecho internacional tributario, que está compuesto por normas de carácter fiscal y surgidas de organizaciones internacionales, es decir, que han sido pactadas por organizaciones internacionales y los Estados.
Para entenderlo mejor pongamos un ejemplo: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es un organismo de cooperación internacional formado por 38 Estados. Bien, pues este organismo desarrolla iniciativas para establecer un mínimo tributario global a los grupos empresariales que estén por encima de unos umbrales económicos concretos.
En cuanto a esto, la Unión Europea también cuenta con diferentes normativas para que los Estados miembros cumplan con lo debido.
¿Cuáles son los principios básicos de la fiscalidad internacional?
Los objetivos de la fiscalidad internacional son similares a los de las agencias tributarias, que son buscar: eficiencia, crecimiento, equidad y estabilidad. Para que se cumplan estos objetivos, primero hay que trabajar una serie de principios que mejoren los negocios entre fronteras:
- La equidad entre Gobiernos: su objetivo es el de que la mayor parte de los beneficios generados en cada país, se quede en él. Esto permite a cada Estado gestionar la distribución de los impuestos.
- Relaciones comerciales beneficiosas: todo lo relacionado con las políticas, prácticas, normas y los modelos de comunicación de los Estados tienen que servir a la inversión, a la creación de empleos y la construcción de infraestructuras estables.
- Prevenir la evasión fiscal: los Gobiernos y las instituciones tienen que ponerse firmes para evitar que las empresas o personas se aprovechen de las lagunas legales que existen para evadir los impuestos. Por ejemplo, teniendo en cuenta los convenios de doble imposición.
- Neutralidad: promover todas aquellas inversiones que ofrezcan resultados positivos para los territorios, eso sí, sin caer en los favoritismo ni en diferenciar a las empresas.
¿Cuál es el alcance?
No solo afecta a los grandes negocios y a las multinacionales. Una empresa pequeña que realiza sus ventas a través de Internet a otros países o una persona que teletrabaja para una empresa en otro país, también cuentan con la obligación de cumplir con las normas de la fiscalidad internacional.
De ahí, que la figura del asesor fiscal sea fundamental en grandes empresas y en PYMES que están comenzando su camino en el comercio digital internacional.
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