Todo sobre el contrato de leasing
09 Octubre 2023
Dentro del ámbito empresarial y financiero, el contrato de leasing o arrendamiento financiero emerge como una herramienta esencial para adquirir bienes sin incurrir en desembolsos iniciales significativos. A través de esta práctica, la arrendataria financiera concede el uso y disfrute de un activo, ya sea mueble o inmueble, a cambio de un canon de arrendamiento con componentes financieros.
El contrato de leasing está dirigido a personas jurídicas, empresarios y profesionales en diversas áreas. Se espera que los bienes arrendados sean utilizados en actividades productivas o comerciales. Esto incluye sectores como la agricultura, la pesca, la industria, el comercio, la artesanía, los servicios y las profesiones. La versatilidad del contrato permite a las empresas acceder a recursos clave sin comprometer sus flujos de efectivo en adquisiciones inmediatas.
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Nuestros abogados expertos de Legálitas exploran en profundidad cómo funciona este tipo de contrato, sus elementos distintivos y las ventajas que brinda en el entorno empresarial.
Características del contrato de leasing
En esencia, el contrato de leasing representa un acuerdo entre dos partes: la arrendataria financiera y la entidad arrendataria. La primera cede el derecho de uso y goce de un bien a cambio de pagos regulares. Este "canon de arrendamiento" no solo cubre el uso del activo, sino que también incorpora elementos financieros, incluyendo intereses y otros gastos previamente acordados. La flexibilidad es una de las claves de este contrato, permitiendo a las partes adaptar los términos según sus necesidades específicas.
Además, otro de los elementos característicos del contrato de leasing es la opción de compra. Al finalizar el plazo acordado, el arrendatario tiene la oportunidad de adquirir el bien bajo condiciones previamente establecidas. Esta alternativa puede ser beneficiosa para empresas que desean probar un activo antes de comprometerse con su compra definitiva, o que requieren activos de alta depreciación por periodos limitados.
Ventajas e inconvenientes del contrato de leasing
Una de sus ventajas es que permite liberar tesorería para otras necesidades, se puede financiar el 100% del valor del activo, permite tener la última tecnología y permite deducciones fiscales como la amortización acelerada del activo.
Entre los inconvenientes destaca que el tipo de interés que se aplica suele ser más elevado que el de un crédito bancario habitual, no incluye otros productos o servicios como el seguro, reparaciones o mantenimiento y cancelar el contrato supone pagar una importante penalización.
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Tipos de contrato de leasing
Dentro del contrato de arrendamiento financiero o leasing podemos distinguir diferentes tipos:
- Leasing mobiliario o inmobiliario: puede tratarse de arrendamiento financiero de locales y naves industriales, edificios o terrenos sobre los que se va a edificar, siempre y cuando el propósito sea dedicarlos a la actividad empresarial o profesional.
- Leasing operativo: se cede el uso del activo durante un período determinado de tiempo, pero no existe la posibilidad de adquirir el bien al finalizar el plazo. Se trata de un arrendamiento financiero puro.
- Leasing back: la empresa propietaria de un activo realiza la venta a una sociedad de leasing para que ésta ceda su uso a través de un contrato de leasing. Es muy similar al préstamo.
Plazos: flexibilidad para ajustarse a las necesidades
En términos de duración, el contrato de leasing ofrece plazos mínimos dependiendo del tipo de bien. Para los bienes muebles, el contrato tiene un mínimo de dos años, mientras que los bienes inmuebles requieren un período mínimo de diez años. La ausencia de un límite máximo brinda a las partes la libertad de adaptar los términos a sus necesidades a largo plazo, lo que facilita la planificación estratégica.
Implicaciones financieras y fiscales
El contrato de leasing no solo influye en la gestión de activos, sino que también tiene implicaciones financieras y fiscales. Dado que el arrendatario no adquiere la propiedad directa del bien, se pueden obtener beneficios fiscales relacionados con la depreciación y los gastos. Además, la estructura del contrato puede permitir una gestión más eficiente de los flujos de efectivo, liberando capital para otras inversiones.
En definitiva, el contrato de leasing es una herramienta valiosa que permite a las empresas adquirir activos sin tener que incurrir en grandes desembolsos iniciales. Además, al tener opción de compra con plazos adaptables, puede convertirse en una opción estratégica, especialmente para empresas que necesiten esta flexibilidad.
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Maria Fernanda del Pino | Abogada de Legálitas