5 recomendaciones para contratar un campamento
18 Junio 2014
Las vacaciones de verano de los más pequeños de la casa están al llegar, por eso es el momento de decidir qué van a hacer durante este largo periodo estival. Una de las opciones que más fuerza coge son los campamentos de verano.
En estos campamentos, los niños se relacionan con personas de su edad, realizan actividades físicas y se divierten en ríos, piscinas o montañas, pero… ¿Cómo saber cuál es el mejor y nos ofrece más seguridad?
Lo primero que se debes tener en cuenta es que el contrato que firmamos al reservar la estancia de nuestros hijos, nos lo deben dar impreso con el nombre y dirección de aquella persona o empresa responsable de la oferta.
En el contrato debe aparecer el precio final del total de la actividad, así como las formas o medios de pago y la fecha de inicio y fin del contrato. En el documento también se debe informar sobre los motivos de cancelación anticipada y devolución de las cantidades ya pagadas.
Pese a que el precio es un factor determinante a la hora de elegir un campamento de verano, es recomendable que a la hora de decidirnos tengamos en cuenta el estado de las instalaciones, la cualificación de los profesionales que estarán con nuestros hijos, los años de experiencia con los que cuenta el centro en el cual nuestros hijos pasarán parte de sus vacaciones y las medidas de seguridad que ofrece dicho centro.
Es aconsejable asegurarse de que la empresa tiene contratado un seguro médico, especialmente si el campamento va a ser fuera de las fronteras de nuestro país. En este caso, es muy importante, además de lo anteriormente destacado, informarse del lugar de alojamiento que tendrán los pequeños, así como toda la información en el idioma del país de destino y en castellano, con horarios, ubicación exacta y números de teléfono de contacto.
En muchas ocasiones, se elige un campamento de verano para aprender nuevos idiomas. Si este es tu caso, uno de los factores que pueden llegar a decidir uno u otro centro es el título que ofrecen, ya que en muchos casos se expiden certificados de idiomas oficiales o que acrediten la preparación a uno de los títulos oficiales, esto último es lo más común.
Una vez decidido el campamento, sólo queda que los niños disfruten de sus merecidas vacaciones de verano, hagan nuevos amigos y desarrollen sus capacidades físicas y psíquicas en el mejor entorno posible.